viernes, 16 de junio de 2023

REENCARNACIONES FATÍDICAS




 - Entonces... ¿Me acompañas? - Decía el mensaje que James me había dejado en el WhatsApp 

Te acompaño hasta el fin del mundo respondí para mi misma.
- Claro - le respondí a él.
- Nos encontramos en el lugar de siempre.

...

Mientras esperábamos que le dieran un carro, nos sentamos en unas cabinas y resolvimos un simulacro de prueba de manejo.
Sus ojos no se despegaban de la pantalla de la computadora, concentrado resolviendo y yo no despegaba los ojos de él.
Como fruncía el ceño, como se alegraba cuando contestaba bien una pregunta o la mueca que hacía cuando la contestaba mal y su sorpresa cuando le di una respuesta y resultó que también era correcta. De vez en cuando se me acercaba para decirme algo y yo me ponía nerviosa - Tranquilízate y no te le tires encima, me decía internamente, Se supone que son solo amigos.

Verlo manejar me pareció tierno y sexy al mismo tiempo ¿Es eso posible? Para mí no había chico más lindo, inteligente y apasionado como él.  James estaba concentrado, siguiendo las indicaciones del profesor, mientras yo iba grabandolo y tomandole fotos como si fuera su acosador.. digo fotógrafa personal. 

Cuando terminó la clase de manejo fuimos a una playa cercana a ver el atardecer.

Nos reímos mucho recordando viejas anécdotas, por un momento todo desapareció y solo éramos él y yo.
- Mira ese pozo - me dijo señalandolo con la mano, me imagino a Lucero saliendo de ahi y reimos sonoramente.
Habían momentos en que nos quedabamos callados y solo apreciamos la belleza del atardecer, James se animó a dejarle tomar una foto junto al atardecer, mientras lo veía de lejos, suspiré y la sonrisa se me borró del rostro- la vocecita en mi cabezá me interrogó:  A qué estamos jugando? - Callate - me dije a mí misma, James se acercaba y no quería que note mi tristeza.

Caminó hasta mi lado sonriendo de oreja a oreja y empezó a jugar conmigo, me tomó de la mano y por un momento me abrazó por la espalda y luego me volteó, me bajó la mascarilla y se acercó lentamente ¿Me va a besar? Vi en sus ojos duda, abrió la boca para decir algo, pero parece que lo pensó mejor y optó por alejarse e hizo como si no pasara nada.

 Es cierto, solo somos amigos, te confundiste, recuerda que él no está enamorado, solo te estima, solo es amable contigo. Él no va a cambiar, ya tomó su decisión,solo te dijo para que lo acompañes porque es lejos y es aburrido venir solo, SOLO ERES SU AMIGA- odiaba esa vocecita en mi cabeza, me hacía bajar de mi nube y estrellarme contra el piso.

Luego de eso, recibió una llamada - Tenemos que volver - me dijo
El camino de regreso fue triste. Me di cuenta que no podía ser su amiga, le estaba mintiendo y me mentía a mí también.
- Te pasa algo? - Me preguntó
- Nada, es que quiero ir al baño - Le respondí sin saber que más decir, como decirle que dentro de mí había una pelea fuera de control. Que sus acciones me confundían, me decía una cosa, pero luego hacía otra.

Ha pasado un año ya desde ese encuentro, pero para mí es como si hubiera sucedido ayer.

¿Por qué no fui fuerte? ¿Por qué no me fui antes? Al menos ahora me recordarías con una sonrisa y no una mueca de disgusto.

No pude irme tranquilamente  ¿Cómo te vas de un lugar del que no te quieres ir? 😔
¿Qué fui en tu vida? ¿Alguna vez me quisiste? ¿Que significaba ese quédate? Me quedé con tantas preguntas sin respuestas.

A veces me miento diciendome que si me quisiste, pero que estabas inseguro, que tenías miedo, yo también tenía miedo.

Excusas, solo son excusas, me consuelo inventado sentimientos de tu parte que nunca exisitieron.
Ahora cada aterdecer me recuerda a ti y lo que pasamos juntos. 
Supongo que es mi penitencia por creer que en esta vida me tocaba ser feliz.

Y ahora que hacemos? se dice derrepente - otra voz que no es su voz le contesta entre las sombras  - Tienes una oportunidad más...


Kate saca el collar con dije de luna que tenía guardado en su mesa de noche, lo pone entre sus manos y dice en su mente tres veces "Recommencer réincarnation déjà"
Todo se vuelve negro derrepente y el dia y la noche empieza a correr vertiginosamente hacia atras, horas, días, meses, años atras.  Kate ya no es Kate, todo ha desaparecido.

                                                                                                                                              año  1889


- ¡Katherine despierta ya muchacha! - Francisca, la doncella a cargo de la menor de los Griffiths, asustada movía a la joven muchacha que entre sueños gritaba y lloraba sin poder despertar. 
- Que Lord Griffiths me perdone! - dijo y acto seguido le tiró un tazón con agua fria a la muchacha que abrió los ojos derrepente y tosió el agua que había tragado sin querer.
- Cisca! Queréis matarme! - dijo mientras tosía y trataba de respirar al mismo tiempo - Otra vez tuve ese sueño! - dijo la joven mientras tocaba inconcientemente el collar con dije de luna que tenía en su cuello.
- Señorita, por favor! debe alistarse ya! Lord Griffths  llegó antes de tiempo y vienen con visitas, es imperativo que se aliste y baje ya - Decía la angustiada Francisca, mientras corría por la habitación buscando un vestido y joyas para la joven Katherine, que seguía ensimismada pensando en aquel sol gigante, pero sobretodo en el muchacho que casi le roba un beso en la orilla del mar.
Mientras se limpiaba lás lagrimas del rostro, se preguntó porque lloraba, solo había sido un sueño, ni siquiera conocía a ese hombre, pero sentía como si hubiese perdido el corazón. El pecho le dolía y sentía un vacío inexplicable.  Aquellos ojos oscuros y penetrantes siguieron en sus pensamientos mientras iba al salón a saludar a sus padres y a los invitados que llegaban del norte.

Iba distraída cuando bajaba el último escalón, si no fuera por una mano fuerte que la sostuvo por la cintura se hubiera caído.
- disculpe, soy muy tor... - Cuando alzó la mirada se encontró con un rostro conocido y desconocido a la vez. Cejas pobladas, ojos negros, penetrantes y unos labios carnosos le sonreían traviesamente.
- Tú debes ser Katherine - Le dijo aquel joven, sin soltarla.
- James? - preguntó estupidamente.
- Quién? - preguntó él a su vez y la soltó - Disculpe mi impertinencia, mi nombre es Jacob Despard para servile.

Katherine estuvo a punto de contestarle pero todo dió vueltas y se sumió en una conocida oscuridad. La joven se había desmayado.









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