domingo, 10 de septiembre de 2023

EL ENCUENTRO



Sus labios carnosos se movían al compás de los míos, su lengua jugueteaba traviesa y sus dientes dejaban pequeños mordiscos en mi labio inferior robandome suspiros de placer. Se cansó de besarme en la boca y bajó por mi cuello lentamente, besaba y succionaba al mismo tiempo ¡Rayos! va a dejarme marcas de nuevo, sus manos seguían en mi cintura, pero una de ellas bajó un poco hasta quedarse contenta en mi trasero y lo vi sonreír -¿Quieres que paré? Susurró en mi oído y mordió el lóbulo de mi oreja y yo solo hice la cabeza hacia atrás,  tratando de soportar sus jueguitos de seducción.

- Sigue - Salió de mis labios

- No te escuchó - respondió en respuesta sonriendo, mientras bajaba su otra mano a mi trasero y me apretaba fuertemente contra él, podía sentir a su amiguito duro y listo para mí, me cargó en vilo y yo lo abracé con mis piernas para sentirlo más cerca de mí. Me llevó cargando hasta la cama y me echó con brusquedad, se echó encima y empezó a moverse sobre mí, mientras con sus manos desabotonaba mi blusa azul. Mis manos desesperadas querían ayudar a quitarle su polo negro, pero él lo hizo más rápido y pude apreciar su torso y tocarlo con mis manos. Cuando me sacó la blusa, me levantó por un momento y quedamos prácticamente sentados y abrazados con nuestras piernas, sacó en unos segundos mi brasier negro y rozó los dedos sobre mis senos y me abrazó, sentir su desnudez, piel con piel, fue glorioso. Refugié mi cara en su cuello y aspiré su aroma, mientras seguíamos abrazándonos, ya no sabía quién era quien, éramos uno. Poco a poco cada prenda fue desapareciendo hasta que la desnudez total se hizo presente, ya no sentía vergüenza de mi cuerpo, él lo conocía a la perfección.

Nos volteamos y yo quedé encima de él, puso su mano sobre mi cabeza y tomó mi cabello negro largo y rizado, jalandolo justo como me gustaba y luego empezó a bajarme la cabeza por su cuerpo. Ya sabía lo que quería, bajé lentamente besando cada parte de piel hasta llegar ahí,  lo tomé con mis manos y lo metí dentro de mi boca, lo miraba a los ojos mientras lo hacía y seguía sus instrucciones, como si fuera su alumna aplicada y él, mi caliente maestro. Haz círculos con tu lengua - Ordenó - y yo lo hice gustosa, la verdad es que me gustaba hacerlo, aún no tenía mucha experiencia en eso, pero... creo que con más practica podría mejorar... si tan solo pudiéramos hacerlo todos los días...

- Que rico - escapó de sus labios, se levantó de improviso y me tomó fuertemente por la cintura y se metió dentro de mí, tan fuerte que tuve que aguantar las ganas de gemir su nombre, me encantaba decir su nombre...

-Estas conmigo por esto ¿no? Me miraba desde arriba, mientras me embestía con más fuerza. Luego me volteó, poniéndome boca abajo y jalandome del cabello volvió a penetrarme y ya no resistí más y empecé a gemir. Manos golpeaban mi trasero de vez en cuando, me gustaba cuando era rudo conmigo, me sentía sometida, a su control y solo disfrutaba del placer que nos proporcionabamos.

Después de hacer el amor, me hallaba echada en su pecho, escuchando su corazón, mi melodía favorita.

- ¿Dónde quieres hacerlo la próxima semana?

-En el mar, aprovechemos el verano, quiero hacerlo durante el sunset.

- Estás loca- río- alguien puede vernos.

- ¿Qué es la vida sin un poco de locura?

Me nalgueó fuerte - Eres una niña mala.

-Pero así me quieres - Le dije muy orgullosa

- Te amo- me contestó en respuesta.

- Yo te amo más, le contesté y me subí encima de él.

- ¿Segundo round? Subió sus cejas sugestivamente y me reí, él se unió a mis risas y volvimos a enredarnos en mil besos más, mientras nuestro cuerpo y alma sucumbían al placer carnal del sexo y el amor.