La venda que yo misma
puse en mis ojos ha caído a mis pies, y al mirarme al espejo entendí la
realidad, tú no eras para mí, ni yo para ti. Vivimos mundos diferentes, y
mientras yo piso tierra, tu paras en las nubes.
Me he desprendido
de la mochila que cargaba llena de desamor y camino con mis pies ligeros y desnudos
por la arena, apreciando el mar.
En mis
pensamientos ya no estás y hoy por hoy, en mi corazón tampoco.
Solo tengo ojos
para el atardecer que la vida me regala y me siento libre al fin de las garras
de tu egoísmo.
Mi terco y precioso corazón está tranquilo y en paz. Ya entendió que no se le debe dar todo el amor y quedarse vacia por dentro... ya pasó...fue una lección dolorosa...
Ya pasó, ya pasó, ya pasó.
Y cuando me caigo, me levanto, aunque las rodillas
duelan y mis manos se retuerzan, el dolor es mental me digo.
Y si viene una
crisis, la supero. ¡Siempre!
Mi mundo esta en paz... no vuelvan a sacar a la fiera
paz... paz...
Pamela Reátegui
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